martes, 18 de mayo de 2010

The Sound of Goodbye

Durante estos últimos días, me he visto rodeada de despedidas. Mi profesor favorito y al único al que le he tomado cariño me dijo hace una semana que se iría a otra escuela. Nunca había llorado por la partida de un profesor... Al contrario, éstas me alegraban. Pero bueno, es en estos momentos en los cuales recuerdo lo mucho que siempre he odiado las despedidas. Soy una persona sumamente nostálgica; no me gustan los hechos, de lo único que vivo son recuerdos, de los cuales me alimento todo el tiempo. El sólo pensar en que ahora debo despedirme de tantas personas me hace reflexionar en qué hacer dentro de un año, cuando deba despedirme de algunas de las personas que más quiero en este planeta. No puedo renunciar a lo debo hacer por estar con ellos, pero tampoco quiero dejarlos ir, sin embargo, es parte del ciclo de la vida. Supongo que más personas entrarán a mi vida. Pero bueno, este post lo escribo porque algunas de las personas a las que más estimo están por irse. Quizá nunca le muestre a nadie este escrito, pero en verdad siento la necesidad y la obligación de agradecerles todas las sonrisas que me han sacado. Quería escribirle una carta a una de esas personas, pero quizá esto sea mejor porque ya no hay mucho qué decir. Todo lo que debía ser dicho, dicho está. Las despedidas no dan la oportunidad de hablar, son tan sólo un largo silencio, en el cual están implícitas las lágrimas y la nostalgia de viejos tiempos, momentos que fueron únicos y jamás volverán.

Quizá este resentimiento que siento por las despedidas se deben a que odio los cambios. La gente siempre dice que los cambios son para bien, pero por qué cambiar algo que parece perfecto. ¿Por qué no mantener las cosas estáticas como en una fotografía? Digan lo que digan, seguimos siendo nómadas y tenemos esta necesidad a los cambios. Vivimos en base a ellos.

Extrañar es símbolo de egoísmo. Extrañamos a las personas porque éstas no estaran a NUESTRO lado. Los momentos con NOSOTROS escasearán.

No me siento muy inspirada en estos momentos y todo lo que estoy diciendo cada vez es más redundante. En algún otro momento en el cual tenga ganas de recordar y sentir aquella dulce nostalgia que me invade, terminaré esto.

Reinventando

Después de mucho tiempo sin escribir y tras pensarlo en numerosas ocasiones, he decidido que cambiaré la temática de mi blog. En verdad no sé si de verdad haya alguien que se tome la molestia de leer esto, pero si en verdad lo hay, creo que es justo y necesario que esté enterado de los ajustes que se harán. Lo que pretendo hacer ahora es convertir este espacio en una especie de columna periodística, en la cual a mi me corresponderá escribir algo de forma constante. La ventaja de mi columna es que escribiré acerca de cualquier cosa; no me enfocaré en ningún tema o materia. Sólo quiero poder escribir constantemente sin que ello sea una tarea difícil o algo desgastante. Por medio de este espacio reinventado podré escribir ficciones o quizá realidades. Invenciones mías y una que otra tontería. Podré escribir el tipo de cosas de las que pienso mientras manejo en esta atolondrada ciudad... Lo triste es que cuando me llegan las mejores ideas es cuando me veo imposibiltada a esribir y después, esas ideas se escabullen sin dejar rastro alguno. Pero bueno, intentaré recordar todo.